martes, 28 de junio de 2011

Ganímedes es la luna más grande de Júpiter

En Ganímedes hay ozono.
El ozono (O3), es una sustancia cuya molécula está compuesta por tres átomos de oxígeno, formada al disociarse los 2 átomos que componen el gas de oxígeno. Cada átomo de oxígeno liberado se une a otra molécula de oxígeno (O2), formando moléculas de Ozono (O3).

Aún que no ha sido detectada ninguna atmósfera en Ganimedes, la evidencia de toda esta química de oxígeno en la superficie de hielo es un gran indicio de que en Ganímedes también se encontrará una tenue atmósfera de oxígeno. A principios de éste año, el Hubble detectó una diminuta atmósfera de oxígeno en la luna "Europa".

Ganímedes, la luna más grande de Júpiter (5,262 kilómetros; 1,5 veces el tamaño de la Luna de la Tierra), se piensa que se compone de rocas y hielo bajo las cuales se encuentra un manto de agua/hielo y un centro rocoso.

Lo estudia el Space Telescope Science Institute, que es operado por la Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía, Inc. (AURA) para la NASA, bajo contrato con el Centro de Vuelos Espaciales Goddard, Greenbelt, Maryland. El Telescopio Espacial Hubble es un proyecto de cooperación internacional entre la NASA y la Agencia Espacial Europea (AEE).

lunes, 27 de junio de 2011

Asteroide 2011 MD

Un asteroide del tamaño de dos autobuses ha pasado hoy muy cerca de la Tierra, a unos 12.300 Kms., y ha dejado en el firmamento un rastro parecido al de una estrella fugaz.
Astrónomos han conseguido captar el paso de la roca espacial, conocida como 2011 MD. Como estaba previsto, el NEO (Objeto Cercano a la Tierra, en inglés) ha cambiado drásticamente su órbita por el efecto de la gravedad de nuestro planeta, pero no ha entrado a la atmósfera.

La presencia del asteroide de 5 a 20 metros de diámetro fue detectada el pasado miércoles por telescopios robóticos instalados en Nuevo México (EE.UU.), dedicados a rastrear el cielo en busca de NEOs.
El Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA ha realizado un seguimiento de la órbita del asteroide que puede seguirse en su web. Allí también pueden encontrarse los parámetros físicos de la roca.

El pasado 15 de abril del 2011, el asteroide 2011 GP59, de unas dimensiones cercanas a los 60 ms. de diámetro, también pasó junto a la Tierra.

miércoles, 22 de junio de 2011

La burbuja solar

Vengo siguiendo el tema de los campos magnéticos en los planetas, en Mercurio, en la Tierra, pero no se me había ocurrido que sucedía otro tanto con el Sol, y luego, con cualquier estrella, y más aún, con el propio centro de la galaxia.
Esos campos magnéticos tienen orificios de entrada por los que se cuela la energía: en el caso de los planetas, la del Sol; en el caso del Sol, la de otras estrellas, y en el caso de la galaxia, de otras galaxias.
Como bien decía el TAO, y las culturas indoamericanas, todo está relacionado con todo.
La energía solar que se cuela por los polos magnéticos de la Tierra estimulan el núcleo, y éste a su vez exita el magma, y se producen las erupciones volcánicas y los terremotos.
Marvin Herdon (científico de San Diego-California) dice que la Tierra crece, se acrecienta con la energía permanente que proviene del Sol. Los terremotos son expansiones.
El Sol tiene ciclos de 11 años. El ciclo actual va a llegar a su máximo en el 2.012.

El campo magnético del Sol

Como la Tierra, nuestro Sol tiene un campo magnético. Las líneas del campo se extienden hacia fuera por el viento solar, expandiéndose las partículas cargadas de la estrella hacia afuera.
Observaciones de la sonda Voyager de la agencia espacial estadounidense (NASA).
El Sol tiene su propio campo magnético que se extiende hasta los confines del Sistema Solar, lugar en el que esta energía se convierte en un mar jabonoso y turbulento de burbujas magnéticas que interactúan con las partículas de otros sistemas solares, que al entrar a nuestro sistema determinan cómo interactuarán con el resto de la galaxia.
El campo magnético del Sol está conformado por 160 millones de kilómetros de burbujas. Las burbujas se crean cuando las líneas del campo magnético se rompen y dispersan materia que se reorganizan de ésta forma. Cada burbuja tiene una longitud de 100 millones de millas (160.934.400 Kms).
Voyager se encuentra a 14.000 millones de Kms. de la Tierra y está en una zona límite del Sistema. En esa área el viento solar y el campo magnético se ven afectados por el material que a su vez expelen otras estrellas. "El campo magnético del Sol se expande hasta el borde del Sistema Solar donde se compacta formando una burbuja protectora, la heliosheath (heliofunda).
En las lejanías del Sol, donde la Voyager se encuentra, "el campo magnético del Sol se compacta", dijo el astrónomo Merav Opher de la Universidad de Boston. Cuando el campo magnético se compacta tanto, las líneas magnéticas se entrecruzan y reconectan; la reconección magnética es tan energética como las llamaradas solares. Los pliegues compactados se reorganizan a sí mismos, a veces de forma explosiva, por lo que crean espuma de burbujas magnéticas. Los investigadores nombraron a esta región como "la heliofunda" que es la frontera entre el Sistema Solar y el resto de la Vía Láctea, por la que miles de objetos y cuerpos tratan de introducirse, pero se encuentran con una barrera violenta de burbujas magnéticas. La relevancia del hallazgo se relaciona con la importancia de entender la estructura del campo magnético solar, pues esto permitiría a los científicos explicar cómo los rayos cósmicos galácticos entran a nuestro sistema solar e influyen en cómo interactuará el Sol y las estrellas con el resto de la galaxia. "Continuamos tratando de comprender las implicaciones de los hallazgos", dijo el físico Jim Drake de la Universidad de Maryland e investigador del equipo Voyager. La teoría que se sostenía antes de saber de la posible existencia de las burbujas era que los cuerpos externos se frenaban por la existencia de los rayos cósmicos en el borde del Sistema Solar. "Las burbujas magnéticas aparecen como nuestro primer contrargumento frente a los rayos cósmicos. No hemos determinado si esto es algo bueno o no", dijo Opher. Por una parte, las burbujas podrían considerarse como un escudo muy poroso que permitiría a muchos rayos cósmicos introducirse en nuestro Sistema. Pero, por otra parte, los rayos cósmicos podrían quedar atrapados dentro de las burbujas lo cual sería un escudo mucho más poderoso.

martes, 21 de junio de 2011

De hecho el planeta Mercurio está sometido a circunstancias particularmente violentas por su cercanía al Sol.

El 18 de marzo de 2011 la nave espacial MESSENGER entró en órbita alrededor de Mercurio, convirtiéndose en el primer orbitador de ese planeta.
Los instrumentos de la sonda están haciendo una resonancia completa de la geoquímica, geofísica, historia geológica, atmósfera, magnetósfera y el entorno de plasma del planeta.
MESSENGER está proporcionando una gran cantidad de nueva información y algunas sorpresas. Por ejemplo, la composición de la superficie de Mercurio difiere de lo esperado para los planetas terrestres más internos, y el campo magnético de Mercurio tiene una asimetría norte-sur que afecta la interacción de la superficie del planeta con las partículas cargadas del viento solar. Los científicos saben ahora que los estallidos de partículas energéticas en la magnetósfera de Mercurio son un producto continuo de la interacción del campo magnético de dicho planeta con el violento viento solar.

Comenta el investigador principal de MESSENGER Sean Solomon de la Institución Carnegie: “Completamos nuestro primer paso por el perihelio desde órbita el domingo 12 de junio, nuestro primer año de Mercurio (87,96 días terrestres) en órbita alrededor del planeta el lunes, nuestra primera conjunción solar superior desde órbita el martes".

La superficie en detalle
Las imágenes obtenidas con el instrumento MDIS (Mercury Dual Imaging System) de MESSENGER están siendo combinadas con mapas para tener la primera mirada global del planeta bajo condiciones de visión óptimas. Las nuevas imágenes de regiones cercanas al polo norte orbital de Mercurio muestran que la región alberga una de las extensiones más grandes de planicies de depósitos volcánicos en el planeta, con espesores de hasta varios kilómetros. Las amplias extensiones de planicies confirman que el vulcanismo dio forma a buena parte de la corteza de Mercurio y continuó a través de gran parte de la historia del planeta, a pesar de un estado de estrés contraccional general que tendió a inhibir la extrusión de material volcánico en la superficie.

Entre los fascinantes rasgos observados en las imágenes de sobrevuelo de Mercurio habían depósitos brillantes e irregulares en algunos cráteres, pero eran sólo una curiosidad. Nuevas observaciones de MDIS revelan que esos depósitos irregulares son grupos de fosos horizontales de cientos de metros a varios kilómetros. Estos fosos están a menudo rodeados por halos difusos de material altamente reflectante, y se encuentran asociados con picos centrales, anillos de picos, y bordes de cráteres.

“La apariencia grabada de estos accidentes geográficos no se parece a nada que hayamos visto con anterioridad en Mercurio o la Luna”, dice Brett Denevi, un científico del Laboratorio de Física Aplicada (APL) de la Universidad Johns Hopkins en Laurel, Maryland, y miembro del equipo de imágenes de MESSENGER. “Todavía estamos debatiendo su origen, pero parecen tener una edad relativamente joven y pueden sugerir una abundancia de componentes volátiles mayor que la esperada en la corteza de Mercurio”.

Composición de la superficie
El Espectrómetro de Rayos X (XRS) ha hecho varios descubrimientos importantes desde la inserción orbital de la sonda. Las proporciones promedio de magnesio/silicio, aluminio/silicio, y calcio/silicio sobre grandes áreas de la superficie del planeta muestran que, a diferencia de la superficie de la Luna, la superficie de Mercurio no está dominada por rocas ricas en feldespato. Las observaciones del instrumento XRS también han revelado importantes cantidades de azufre en la superficie de Mercurio, apoyando las sugerencias de las observaciones desde tierra sobre la presencia de minerales de sulfuro. Este descubrimiento sugiere que los bloques originales de formación Mercurio pueden haber sido menos oxidados que aquellos que formaron los otros planetas terrestres y podrían ser la clave para comprender la naturaleza del vulcanismo en Mercurio.

El Espectrómetro de Rayos Gamma y Neutrones de MESSENGER detectó el decaimiento de isótopos radiactivos de potasio y torio, y los investigadores han determinado las abundancias de esos elementos. “La abundancia de potasio descarta algunas teorías previas sobre la composición y origen de Mercurio”, dice Larry Nittler, un científico de la Institución Carnegie. “Además, la proporción inferida de potasio y torio es similar a la de otros planetas terrestres, sugiriendo que Mercurio no es pobre en cuanto a volátiles, contrario a algunas ideas previas acerca de su origen”.

Topografía y campo magnético de Mercurio
El Altímetro Láser de MESSENGER ha estado mapeando la topografía del hemisferio norte de Mercurio en detalle. La región polar norte, por ejemplo, es una región amplia de bajas elevaciones. El rango general de altura topográfica visto a la fecha excede los 9 kilómetros.

Imágenes de radar previas desde la Tierra mostraron que alrededor de los polos norte y sur de Mercurio hay depósitos que se cree que están formados por hielo de agua y tal vez otros hielos preservados en frío, permanentemente en la sombra de los cráteres de impacto de alta latitud. El altímetro de MESSENGER está midiendo las profundidades de los suelos de los cráteres que se encuentran cerca del polo norte. Las profundidades de los cráteres con los depósitos polares apoyan la idea de que esas regiones se encuentran permanentemente en sombras.

La geometría del campo magnético interno de Mercurio puede, potencialmente, permitir rechazar de algunas teorías sobre cómo es generado el campo. La sonda encontró que el Ecuador magnético de Mercurio está al norte del Ecuador geográfico del planeta. El dipolo del campo magnético que mejor se ajusta se encuentra a cerca de 0,2 radios de Mercurio (o 480 km) al norte del centro del planeta. El mecanismo de dínamo responsable de generar el campo magnético del planeta tiene, por lo tanto, una fuerte asimetría norte-sur.

Como resultado de esta asimetría norte-sur, la geometría de las líneas del campo magnético es diferente en las regiones polares norte y sur de Mercurio. En particular, el “casquete polar” magnético donde las líneas del campo están abiertas al medio interplanetario está mucho más cerca del polo sur. Esta geometría implica que la región polar sur está mucho más expuesta que el norte a las partículas cargadas calentadas y aceleradas por el viento solar. El impacto de esas partículas cargadas en la superficie de Mercurio contribuye tanto a la generación de la endeble atmósfera del planeta como a la “erosión espacial” de los materiales superficiales, las cuales (generación y erosión) deberían tener una asimetría norte-sur.

Partículas energéticas en Mercurio
Uno de los mayores descubrimientos hechos por la Mariner 10 al sobrevolar Mercurio en 1974 fue los estallidos de partículas energéticas en la magnetósfera del planeta. Cuatro estallidos de partículas fueron observados en el primer sobrevuelo, por lo que era extraño que tales eventos no fueran detectados por MESSENGER durante alguno de sus tres sobrevuelos.

Ahora, con MESSENGER en una órbita casi polar alrededor de Mercurio, los eventos energéticos están siendo registrados con frecuencia, comentó Ralph McNutt del APL, científico del proyecto MESSENGER. “Aunque varían en fuerza y distribución, los estallidos de electrones energéticos –con energía de 10 kiloelectronvoltios (keV) a más de 200 keV- han sido observados en la mayoría de las órbitas posteriores a la inserción orbital”, dijo McNutt. “El Espectrómetro de Partículas Energéticas ha demostrado que estos eventos son electrones más que iones energéticos, y que ocurren a latitudes moderadas. La ubicación latitudinal es totalmente consistente con los eventos vistos por Mariner 10”.

Con la pequeña magnetósfera de Mercurio y la falta de una atmósfera importante, la generación y distribución de los electrones energéticos difiere de los de la Tierra. Un mecanismo candidato para su generación es la formación de una estructura de plasma de “capa doble” con grandes campos eléctricos a lo largo del campo magnético local. Otro mecanismo es la inducción provocada por rápidos cambios en el campo magnético, un proceso que sigue el principio usado en los generadores en la Tierra para producir energía eléctrica. Los mecanismos en acción serán estudiados durante los próximos meses.

“Estamos armando una perspectiva global general de la naturaleza y funcionamiento de Mercurio por primera vez”, comentó Solomon, “y muchas de nuestras primeras ideas están siendo abandonadas a medida que nuevas observaciones nos llevan a nuevas ideas. Nuestra misión principal tiene otros tres años de Mercurio por delante, y podemos esperar más sorpresas a medida que el planeta más interno del Sistema Solar revele sus secretos por tanto tiempo guardados”.

domingo, 19 de junio de 2011

Mercurio

Atención: Prof. N. Ovando
CABO CAÑAVERAL, Florida (Reuters) - Recientes descubrimientos muestran depósitos sorprendentemente ricos de azufre en el suelo, lo que es extraño porque a tan elevadas temperaturas el azufre es volátil.
La sonda Medición de Superficie, Espacio, Ambiente y Geoquímica de Mercurio, apodada Messenger por la sigla en inglés, lleva tres meses de una misión de un año.
Ha hallado pruebas de un campo magnético asimétrico y estallidos regulares de electrones que salen a través de la magnetosfera.
Sean Solomon lidera la investigación, de la Institución Carnegie de Washington.
Hay evidencias de vulcanismo.
Nuevas imágenes de Messenger revelan una enorme llanura de una antigua corriente de lava que cubre un espacio de 400 millones de kms. cuadrados, (la mitad del tamaño de los Estados Unidos continentales).
Otra sorpresa fue el campo magnético asimétrico, que es más fuerte en el norte que en el sur. Los científicos aún no pueden explicar la asimetría, pero una teoría es que el campo magnético del planeta se encuentra en el proceso de inversión.
Mercurio es el único cuerpo terrestre además de la Tierra que tiene un campo magnético y un enorme núcleo.
Los científicos creen que el núcleo de Mercurio, como el de la Tierra, es el responsable de generar su campo magnético.
El Messenger también ha estado controlando los estallidos de electrones en la magnetosfera de Mercurio. Este fenómeno fue detectado por primera vez por la sonda Mariner 10 de la NASA, que pasó junto a Mercurio en 1974. "Estamos observando este fenómeno dinámico en la magnetosfera. Es muy sorprendente y enérgico", dijo Solomon.