martes, 22 de marzo de 2011

La estrella T Tauri: el Sol

Desde su origen casi en el Big Bang hasta hace 4.600 Ma, dos estrellas antecedieron a este Sol actual, y estuvo organizando nuestras partículas en átomos. Entonces, al completar el ciclo de fusiones nucleares, alcanzaron su máxima evolución y explotaron transformándose en supernovas.

Marta Balbi: "Colapso de una supernova"

Esas explosiones enviaron una onda de choque hasta la nebulosa protosolar incrementando su momento angular. A medida que la nebulosa empezó a incrementar su rotación, gravedad e inercia, se aplanó conformando un disco protoplanetario (orientado perpendicularmente al eje de rotación). La materia liviana se acumuló en su centro y empezó a calentarse hasta entrar en fusión.
Los materiales más pesados se organizaron según su propia gravedad.

La gravedad producida por la condensación de la materia –que previamente había sido capturada por la gravedad del propio Sol–, hizo que los restos de la supernovae se constituyeran en los planetas del sistema solar, todos hijos del mismo origen.

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