miércoles, 23 de marzo de 2011

Mercurio

Mercurio es pequeño porque perdió la corteza y buena parte del manto.
Es el segundo más denso cuerpo del sistema solar, después de la Tierra.
Gira tres veces sobre sí mismo durante dos de sus años, que duran menos de 3 meses.
Su órbita es muy excéntrica: 46 millones de km en su punto más cercano al Sol y 70 millones en el más alejado.

Las variaciones de temperatura en su superficie son las más extremas del sistema solar, oscilando entre -180ºC y +420ºC.

El núcleo de Mercurio es relativamente mayor que el de la Tierra, y comprende la mayor parte del planeta (con un radio entre 1.800 y 1.900 km). Mercurio tiene sólo, por tanto, una delgada corteza exterior de silicatos.
Tiene campo magnético.
La atmósfera de Mercurio es extremadamente tenue, consistente en algunos raros átomos, que se escapan rápidamente al espacio debido a la alta temperatura del planeta.
Se pueden observar en la superficie de Mercurio enormes sistemas montañosos, algunos de ellos de cientos de kilómetros de longitud y de hasta 3.000 m de altura.

La atmósfera de Mercurio es tan fina que tendría que haberse desvanecido hace mucho tiempo si no fuera por el viento solar, partículas cargadas que fluyen desde el Sol y que tienen una complicada forma de bordear el campo magnético protector del planeta.
El planeta tiene unos vórtices magnéticos similares a tornados que dejan que se filtren las partículas cargadas del Sol. Las partículas golpean átomos en la superficie que reponen la fina atmósfera del planeta.

Mercurio no tiene agua líquida, ya que en el lado iluminado por el sol se convierte en vapor por la presión del viento solar, y sobre la parte sombreada está congelada, en estado sólido.

El perihelio gira 43" de arco más por siglo de lo predicho por la mecánica clásica de Newton. La explicación correcta del comportamiento del perihelio de Mercurio se encuentra en la Teoría General de la Relatividad.

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